Una de las comunidades en las que trabajamos está alejada de la red eléctrica, lo que causa muchos problemas, sobre todo durante el periodo de niebla. Debido a la escasa visibilidad, suele haber accidentes. Ninguna de las casas tenía siquiera una bombilla. Los líderes de la comunidad habían identificado el acceso a la electricidad como una prioridad y, como no hay planes para extender la red a la comunidad, decidimos financiar la compra de un generador eléctrico de segunda mano. La comunidad construyó un refugio seguro y se encargó de la instalación de los cables para proporcionar energía a la mayoría de las casas durante unas horas al día.