Las escuelas están cerradas desde el inicio de la pandemia de COVID19 en marzo de 2020. Las clases sólo se imparten a distancia. Lamentablemente, este tipo de aprendizaje no es accesible para los niños de las comunidades que apoyamos, ya que éstas se encuentran en lo alto de las colinas que rodean Lima, a menudo lejos de la electricidad y del acceso a otros servicios básicos. Están literalmente apartados de cualquier oportunidad de educación y, si la situación no cambia rápidamente, corren el riesgo de convertirse en una generación perdida.
Nuestros amigos de LaEscuelita.Lima son maestros-voluntarios que están haciendo un gran trabajo en una de esas comunidades remotas. Decidimos ayudarles y llevar electricidad a la escuelita que construyeron instalando paneles solares en el techo. Por primera vez, hay luz cuando oscurece. Con la ayuda de algunos simpatizantes, instalamos algunos ordenadores portátiles y un proyector, y muy pronto los niños podrán conectarse con sus profesores y con el mundo exterior.