Aunque el Perú es actualmente el segundo país más afectado de América Latina, el país adoptó con relativa rapidez una serie de medidas para hacer frente a la crisis sanitaria. El 15 de marzo, sólo 9 días después del anuncio del primer caso, se impuso un cierre total y una cuarentena y se declaró un estado de emergencia sanitaria. En ese momento, sólo se notificaron 72 casos.
Entonces, ¿cómo es que ese COVID-19 ha golpeado tan duramente a Perú, con más de 240.000 casos confirmados y un número oficial de muertes de más de 7.461 el 19 de junio (lo que probablemente sea seriamente subestimado)? Los expertos dicen que una de las principales razones es que muchos peruanos no parecen respetar la obligación de "Quedate en tu casa", lo que hace muy difícil controlar y frenar la propagación del virus.
Para entenderlo, es importante saber que aproximadamente el 70% de todos los peruanos viven y trabajan en la economía informal, sin acceso a ninguna forma de protección social. La mayoría de ellos se quedaron sin ingresos desde las primeras medidas de contención. Para ellos, abandonar su hogar es la única opción para conseguir comida y sobrevivir.
Además, la gran mayoría de las familias que viven en las chabolas de Lima no tienen un refrigerador, necesario para almacenar alimentos frescos. Como resultado, miles de personas se reúnen cada día en los mercados de alimentos de Lima, que se han convertido en bastiones de la contaminación. En algunos mercados, más del 50% de los vendedores se infectaron en algún momento.
Esta es una situación compleja y no hay una solución fácil. Mientras tanto, las poblaciones más vulnerables son golpeadas en múltiples ocasiones. Están muy expuestas al virus, no tienen fácil acceso al sistema de salud (que está bajo una enorme presión) y se deslizan cada vez más hacia situaciones de pobreza profunda o extrema en las que ya no se garantiza una comida diaria.
ONG como Children of Lima y ReciprocityNGO ya han distribuido alimentos y mascarillas bucales a más de 1.000 familias en más de 30 comunidades desde el comienzo de la crisis, pero nuestros medios son muy limitados y dependemos totalmente de las donaciones de amigos y simpatizantes. Muchas más familias necesitan ayuda. Por favor, únase a nuestra lucha contra la indiferencia y el fatalismo haciendo una donación hoy.
Salvar vidas. Traer esperanza. Juntos.